A la Liga Pokémon de Teselia sólo se le podrá desafiar tras derrotar a todos los líderes de gimnasio de la región. Está localizado sobre una gran colina que se encuentra al norte de la Calle Victoria, por lo que se necesita viajar a través de una montaña para poder alcanzar la entrada. A su alrededor, se levanta el Palacio de N.
Como en Kanto, Johto, Hoenn y en Sinnoh, para llegar a la Liga Pokémon se requiere llegar a la Calle Victoria, presentar las 8 medallas de Teselia, y luego atravesar una larga montaña. Una vez atravesada, los jugadores atravesarán un camino y llegarán a la liga Pokémon. En su interior hay un pedestal con cuatro escaleras que llevan a los diferentes miembros del Alto Mando: la primera escalera a la izquierda lleva a Anís, la segunda lleva hacia Aza, la tercera lleva a Catleya y la última puerta lleva a Lotto. A la izquierda del pedestal se encuentra una puerta que lleva al Centro Pokémon y a la Tienda Pokémon de la Liga. Después de derrotar a los 4 miembros, el jugador podrá enfrentar al campeón Mirto, en el templo que se encuentra detrás del castillo en el interior de la liga, aunque la primera vez será interrumpido por N, quién te llevará a su palacio. En Pokémon Negro 2 y Pokémon Blanco 2 esto será diferente, te enfrentarás a los mismos miembros del Alto Mando, sólo que el campeón cambiará, siendo ahora Iris la nueva campeona.
De izquierda a derecha se encuentran las salas del Alto mando de Teselia. Para acceder a cada una de las salas hay que tomar una entrada específica. En la entrada inferior, a la izquierda se encuentra la sala de Anís que se especializa en Pokémon de tipo fantasma; en la entrada superior de la izquierda se encuentra la sala de Aza, cuyos Pokémon son de tipo siniestro; en la entrada superior de la derecha se encuentra la sala de Catleya, quien utiliza el tipo psíquico; y finalmente en la entrada inferior de la derecha se encuentra la sala de Lotto, entrenador Pokémon de tipo lucha. El orden en el que se enfrente a los miembros del Alto Mando es a decisión propia, es decir que se puede iniciar con el que se quiera.
La encontramos en la entrada inferior, a la izquierda, y al entrar nos encontraremos con una especie de biblioteca fantasmal en donde lo primero que vemos son unas tétricas escaleras con una alfombra azul y cientos de libros amontonados que denotan antigüedad. Y al pisar el primer escalón para intentar subir, dos fuego fatuo nos rodearán y nos llevarán hacia la parte alta de esa torre, en donde nos enfrentaremos a esta formidable entrenadora de Pokémon de tipo fantasma.
Desafío: «“La mirada de ese hombre ardía con el fuego fraguado en la batalla, habiendo rechazado en su búsqueda de la justicia todo aquello que le era ajeno." Esto que te acabo de leer es un fragmento de mi novela. Está inspirada en alguien que vino a retarme antes que tú, pero, no sé por qué, me ha quedado algo melancólica. Perdón, ¡menuda cabeza que tengo! Ahora eres tú quien ha venido hasta aquí para retarme. Yo, Anís, miembro del Alto Mando y experta en Pokémon de tipo Fantasma, ¡te haré frente!»
Al perder: «¡Guaaau! Ahora sí me he quedado completamente en blanco. Domino un más que amplio vocabulario, pero no me salen las palabras. Si lo intentara, dudo que pudiera encerrar en ellas todos los sentimientos que ahora me desbordan. Solo puedo decirte esto: ¡eres increíble!»
Tras perder: «¡Pe-pe-pe-perdón! Creo que debemos disculparnos con nuestros equipos Pokémon. Se lo hemos hecho pasar bastante mal. ¡Espero que puedan perdonarnos! No es nuestra culpa, pero es lo que tienen los combates Pokémon: uno se deja llevar y... ¡mira lo que pasa! ¡Sobre todo, cuando te enfrentas a alguien como yo, del Alto Mando!» «Déjame que te explique... Todo aspirante que logre derrotar al Alto Mando podrá acceder a la cámara donde se encuentra el Campeón Pokémon. ¡Eso es! ¡Has obtenido ese honor! Vuelve al atrio del que has venido y examina la estatua, por favor.» «Cada persona y cada Pokémon tienen su propio relato. Pero los que más interesantes me parecen son aquellos en los que las personas y los Pokémon se ayudan mutuamente. Me parecen más cautivadores que aquellos que solo narran aventuras de una sola persona o un solo Pokémon.»
Desafío: «“Los sentimientos del Entrenador y sus Pokémon resplandecen como el fulgor de Acua aro." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores que vienen a desafiarnos. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti! “‘¿Conoces el movimiento Rayo?', dijo aquel hombre que ni siquiera se había presentado. Su nombre era Lectro, pero eso lo averigüé tras nuestro combate." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores que vienen a desafiarnos. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!» «“Y, un buen día, un pequeño pero robusto Pokémon se enfrentó al enemigo más formidable de toda su vida y, mientras observaba al Entrenador, en cuyo corazón no había cabida para miedo alguno, aulló con todo su ser." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores que vienen a desafiarnos. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!» «“Este mundo no existe solo por ti, y es por eso que..." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores que vienen a desafiarnos. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!» «“Aunque no sé qué día es hoy, lo que sí puedo decir es que jamás lo olvidaré." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores que vienen a desafiarnos. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!»
Al perder: «¡Guau! ¡Has vuelto a dejarme completamente en blanco! Domino un más que amplio vocabulario, pero no me salen las palabras. Si lo intentara, dudo que pudiera encerrar en ellas todos los sentimientos que ahora me desbordan. Solo puedo decirte esto: ¡eres increíble!»
Tras perder: «¡Pe-pe-pe-perdón! También debería disculparme con tu equipo Pokémon. Creo que os lo he hecho pasar bastante mal. ¡Espero que podáis perdonarme! Tú no tienes la culpa, pero es lo que tienen los combates Pokémon, uno se deja llevar y... ¡mira lo que pasa! ¡Sobre todo, cuando te enfrentas a alguien como yo, del Alto Mando!» «Déjame que te explique... Todo aspirante que logre derrotar al Alto Mando podrá acceder a la cámara donde se encuentra el Campeón Pokémon. ¡Eso es! ¡Has obtenido ese honor! Pero recuerda que tú eres quien escribe tu propia historia, así que esfuérzate por crear una que sea inolvidable, por favor.» «Cada persona y cada Pokémon tienen su propio relato. Pero los que más interesantes me parecen son aquellos en los que las personas y los Pokémon se ayudan mutuamente. Me parecen más cautivadores que aquellos que solo narran aventuras de una sola persona o un solo Pokémon.»
Lo encontramos en la entrada superior izquierda, y al entrar nos encontraremos con otras escaleras en espiral. Esta vez el ambiente se torna a una especie de mansión típica de vampiros, con una alfombra roja y varias antorchas que se van encendiendo a medida que vamos subiendo, y al llegar a la parte alta lo encontramos, listo para intentar detenernos.
Desafío: «Vaya, vaya... Pero ¿qué pasa hoy? La verdad es que no me esperaba que vinieran tantos aspirantes. Bueno, no pasa nada. Después de todo soy Aza, del Alto Mando. Cumpliendo con mis obligaciones, seré tu oponente.»
Al perder: «Siempre hay alguien que gana y alguien que pierde. Tal es la naturaleza del combate. Un buen combatiente no se vanagloria cuando gana ni se derrumba cuando pierde. Lo único que tiene en mente es la próxima batalla.»
Tras perder: «Sí, no soy más que un miserable perdedor. Esa fuerza que tienes... Deberías probar a desafiar al resto del Alto Mando.» «¡Increíble! Has vencido a todos los miembros del Alto Mando. ¡Pero no todo se acaba ahí! Todavía queda una persona a la que tienes que mostrar esa fuerza que posees... Al Campeón, al más fuerte de la Liga Pokémon, Mirto. Bueno... Eso si no ha sido vencido por ese chico llamado N. No sé a cuál vas a enfrentarte, pero, en cualquier caso, vuelve al atrio del que has venido, inspecciona la estatua y avanza hasta la última sala.» «Cuando veas que te estás quedando irremediablemente sin energía, probablemente perderás, ya que la victoria no depende de la suerte. La victoria brilla como la luz, y, en este momento, desprendes una luz deslumbrante.»
Desafío: «La vida es una batalla en la que uno debe saber cómo usar las cartas que se le han dado. En vez de quejarse por lo que tiene el otro, es más importante tratar de dominar bien lo que uno posee. Bueno, empecemos. El que gane se lo llevará todo. El que pierda lo perderá todo. El combate Pokémon es la prueba irrefutable de que estamos vivos.»
Al perder: «En toda lucha hay un ganador y un perdedor. Tal es la naturaleza del combate. Un buen combatiente no se vanagloria cuando gana ni se derrumba cuando pierde. Únicamente piensa en la próxima batalla.»
Tras perder: «¡Increíble! Lo bueno de los combates Pokémon es que incluso el Entrenador que ha sido vencido termina por enseñarte algo, ¿no crees? Esa fuerza que posees... ¡Deberías mostrársela al resto del Alto Mando retándoles!» «¡Increíble! Has derrotado a todos los miembros del Alto Mando. ¡Pero aquí no termina todo! Todavía tienes una persona a la que debes mostrar esa fuerza que posees. Examina la estatua del atrio y prosigue hasta la última sala.» «Hay malas formas de ganar, pero también hay buenas formas de perder. Lo realmente seductor de esta dicotomía es que no se puede distinguir tan fácilmente cuál es cuál. De alguna manera, es como cuando se lanza una moneda al aire: tiene su cara y su cruz, pero no se termina de decidir por ninguna de las dos. Es como si nunca dejara de girar.»
Lo encontramos en la entrada inferior derecha, y al entrar veremos otras escaleras en espiral, con una plataforma en su base, sobre la cual nos situamos y esta nos lleva hacia arriba para enfrentarlo. Esta sala está ambientada en una especie de ring de boxeo.
Desafío: «Vaya, una visita... Me llamo Lotto. Entreno con mi maestro, Mirto, para poder desentrañar la esencia del combate cuerpo a cuerpo. El mismo maestro que te ha reconocido como alguien digno de entrenar Pokémon. ¡¡Quiero comprobar hasta dónde llega esa fuerza que posees!!»
Al perder: «Realmente no existe un único Pokémon ni una sola combinación más fuerte. Así resulta complicado seguir encadenando victorias. Pero sé reconocer un espíritu que anhela superarse y ganar en fortaleza. Para mí eso es algo noble y loable. Y por eso me inclino ante ti, que posees ese fuego.»
Tras perder: «¡Como me esperaba! Ahora tienes que desafiar al resto del Alto Mando y así apuntar cada vez más alto.» «Ahora dirígete a la sala donde se halla el Entrenador más fuerte de la Liga Pokémon. Para ello, deberás volver al atrio y acercarte a la estatua que allí se encuentra. Nosotros, los miembros del Alto Mando, seguimos las órdenes del Campeón Pokémon y somos siempre neutrales. Lo que te queda por hacer... ¡solo tú puedes llevarlo a cabo!» «Es mi tarea, como discípulo del Campeón, proteger la Liga Pokémon en la ausencia del mismo. Así fue decidido, aunque la fuerza no se mide con palabras vanas. Escúchame bien, aspirante. El resto de los miembros del Alto Mando son mucho, mucho más fuertes. ¡Así que no bajes la guardia!»
Desafío: «¡Me alegro de poder combatir de nuevo! Yo creo en la fuerza del combate. El cuerpo se quebranta, pero los propósitos perduran. ¡Y mi propósito es la victoria absoluta! Vamos allá... ¡adelante!»
Al perder: «Realmente no existe un único Pokémon ni una sola combinación más fuerte. Así resulta muy complicado seguir encadenando victorias. Pero sé reconocer un espíritu que anhela superarse y ganar en fortaleza. Para mí eso es algo noble y loable. Y, por eso, me inclino ante ti, que posees ese fuego.»
Tras perder: «Todavía hay muchos Entrenadores fuertes en esta Liga Pokémon. Si luchas contra ellos, lograrás fortalecer los vínculos con tu equipo Pokémon.» «La fuerza que posees me ha impresionado profundamente. Ahora prosigue hasta la siguiente sala y prepárate para enfrentarte ¡al Entrenador más fuerte de Teselia!» «He recorrido todos los confines del mundo... He pasado días sin hacer otra cosa que tratar de ponerme más fuerte. El día que por fin encontré a mi maestro, aprendí una cosa muy importante: entender realmente lo que significa ser fuerte. Fue aquel día cuando decidí convertirme en un miembro del Alto Mando. No sé por qué, pero el conocerte me ha hecho recordar aquel día.»
La encontramos en la entrada superior derecha, y al entrar nos encontramos con un extraño lugar fuera de esa dimensión, con unas especies de escaleras en semi- espiral transparentes que, al intentar subirlas, una luz nos rodea y nos eleva hacia lo alto, en donde encontramos lo que parece ser una cama con un gran toldo, en un principio. Pero luego de abrirse las cortinas nos damos cuenta que se trata de una cama, de la cual se levanta Catleya con su famoso pijama rosa, y esta al ponerse frente a nosotros, podremos retarla.
Desafío: «¿Quién eres? ¿Quién se atreve a despertarme de mi plácido sueño de manera tan inoportuna? Oh... Parece que eres tan fuerte como amable. Es interesante, pero no puedo evitar bostezar pensando en la vacuidad de otro combate... Huaaa... Discúlpame, por favor.»
Al perder: «Sin duda, combates con elegancia y excelencia. Y también tu equipo Pokémon hace gala de una gran clase. Me alegra haber combatido contigo.»
Tras perder: «Todavía hay algún miembro del Alto Mando con el que no has tenido audiencia, ¿no? No te preocupes por mí y sigue adelante.» «Parece que has derrotado a todos los miembros del Alto Mando. Si te aproximas a la estatua del atrio y la examinas, podrás acceder a la sala en la que se halla el Campeón.» «Cada vez que libro un combate, me estremezco de la emoción y, en una explosión de fuerza, arraso con todo lo que me rodea. Ya no queda nada de aquella niña débil que solía ser. Bueno, quizás algo sí que queda. Mis ideales consisten básicamente en conseguir una victoria elegante. Cuando quieras, volveré a concederte audiencia, ¿de acuerdo?»
Desafío: «¿Quién eres? ¿Quién se atreve a despertarme de mi plácido sueño de manera tan inoportuna? Oh... Otra vez tú... Pareces seguir tan fuerte como amable. Interesante, pero no puedo evitar bostezar pensando en la vacuidad de otro combate... Huaaa... Discúlpame, por favor.»
Al perder: «No has perdido tu elegancia... ¡De hecho has ganado en ella! Eres excelente. Tienes clase y distinción, desde luego. Y también tu equipo Pokémon ha hecho gala de un saber hacer exquisito. Me alegra haber combatido contigo.»
Tras perder: «A pesar de ser ducha en un arte transmitido en mi familia a lo largo de innumerables generaciones, no he sido capaz de ganarte. Todo este tiempo he estado anhelando tener una audiencia con alguien que entrene Pokémon como tú lo haces...» «Has derrotado a todos los miembros del Alto Mando, ¿verdad? En ese caso, y como has demostrado merecértelo, debes dirigirte a la sala en la que nuestro Campeón te aguarda. ¡Pero piénsatelo bien! No tiene sentido ir simplemente por ir. Si osas retarle..., ¡tienes que ir a por todas!» «Como no soy lo suficientemente adulta, a veces me dan rabietas. Todavía recuerdo aquellos días en los que el combatir me estaba vetado. Por aquel entonces, mi corazón latía locamente de amor... justo como late ahora. ¡Ji, ji, ji! Me has hecho sonreír. ¡Me da un poquito de vergüenza!»
Desafío: «“En su búsqueda incesante de los ideales/la verdad, recorre el mundo de uno a otro confín, y su Pokémon dragón, negro cual azabache/blanco como la nieve, no se separa de su vera." Es un fragmento de la novela que estoy escribiendo. Quería plasmar por escrito los sucesos de aquel día para que no cayesen en el olvido... Huy, me he puesto a hablar de cosas que no te incumben en absoluto. Tú has venido a retarme, ¿no? Yo, Anís, miembro del Alto Mando y experta en Pokémon de tipo Fantasma, ¡te haré frente!»
Al perder: «Cuando la emoción me invade, no me salen las palabras... A decir verdad, estoy tan conmovida que me veo incapaz de describir con fidelidad el torrente de emociones que me recorre. Pero te diré solo una cosa: ¡eres genial!»
Tras perder: «Tanto mi equipo Pokémon como el tuyo se han dejado la piel en el combate, soportando las heridas. Debemos darles las gracias.» «Déjame que te explique... Todo aspirante que logre derrotar al Alto Mando podrá acceder a la cámara donde se encuentra el Campeón Pokémon. ¡Eso es! ¡Has obtenido ese honor! Vuelve al atrio del que has venido y examina la estatua, por favor.» «A la hora de combatir, es esencial mostrar resolución, ¿verdad? De lo contrario, ambos contrincantes sucumbirían por las heridas recibidas. No obstante, si uno ignorase ese dolor inherente, el fin justificaría los medios y olvidaríamos nuestro vínculo con los Pokémon. Por eso quiero escribir un relato sobre esta dualidad de cuerpo y alma.»
Desafío: «“‘¡Adelante, Volcarona! ¡Ejecuta una Onda Ígnea!' Impartía sus órdenes con solemnidad al Pokémon que le recordaba a su primer compañero de fatigas." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores contra los que he combatido hasta ahora. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!» «“‘¿Conoces el movimiento Rayo?', dijo aquel hombre que ni siquiera se había presentado. Su nombre era Lectro, pero eso lo averigüé tras nuestro combate." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores contra los que he combatido hasta ahora. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!» «“‘¡Eh, tú! ¡Utiliza Sofoco, hombre!' Fueron las únicas palabras que pronunció antes de marcharse aquel Entrenador de Pokémon de tipo Fuego con un peinado tan imponente que parecía estar a punto de embestirte cual Ariete." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores contra los que he combatido hasta ahora. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!» «“Una mujer usa Pokémon de tipo Fantasma, y la otra Pokémon de tipo Tierra. Pero lo cierto es que no me atreví a preguntar por qué sus nombres y sus aspectos eran tan extrañamente similares." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores contra los que he combatido hasta ahora. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!» «“‘Sí, ¡mi nombre en clave es Handsome!' Se presentó con estos aires, acompañado de un Croagunk cuyas tácticas se podrían tildar más bien de triquiñuelas." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores contra los que he combatido hasta ahora. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!»
Al perder: «¡Guau! ¡Has vuelto a dejarme completamente en blanco! Domino un más que amplio vocabulario, pero no me salen las palabras. Si lo intentara, dudo que pudiera encerrar en ellas todos los sentimientos que ahora me desbordan. Solo puedo decirte esto: ¡eres increíble!»
Tras perder: «Tanto mi equipo Pokémon como el tuyo se han dejado la piel en el combate, soportando las heridas. Debemos darles las gracias.» «Déjame que te explique... Todo aspirante que logre derrotar al Alto Mando podrá acceder a la cámara donde se encuentra el Campeón Pokémon. ¡Eso es! ¡Has obtenido ese honor! Pero recuerda que tú eres quien escribe tu propia historia, así que esfuérzate por crear una que sea inolvidable, por favor.» «A la hora de combatir es esencial mostrar resolución, ¿verdad? De lo contrario, ambos contrincantes sucumbirían por las heridas recibidas. No obstante, si uno ignorase ese dolor inherente, el fin justificaría los medios y olvidaríamos nuestro vínculo con los Pokémon. Por eso quiero escribir un relato sobre esta dualidad de cuerpo y alma.»
Desafío: «“‘¡Adelante, Volcarona! ¡Ejecuta una Onda Ígnea!' Impartía sus órdenes con solemnidad al Pokémon que le recordaba a su primer compañero de fatigas." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores contra los que he combatido hasta ahora. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!» «“‘¿Conoces el movimiento Rayo?', dijo aquel hombre que ni siquiera se había presentado. Su nombre era Lectro, pero eso lo averigüé tras nuestro combate." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores contra los que he combatido hasta ahora. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!» «“‘¡Eh, tú! ¡Utiliza Sofoco, hombre!' Fueron las únicas palabras que pronunció antes de marcharse aquel Entrenador de Pokémon de tipo Fuego con un peinado tan imponente que parecía estar a punto de embestirte cual Ariete." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores contra los que he combatido hasta ahora. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!» «“Una mujer usa Pokémon de tipo Fantasma, y la otra Pokémon de tipo Tierra. Pero lo cierto es que no me atreví a preguntar por qué sus nombres y sus aspectos eran tan extrañamente similares." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores contra los que he combatido hasta ahora. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!» «“‘Sí, ¡mi nombre en clave es Handsome!' Se presentó con estos aires, acompañado de un Croagunk cuyas tácticas se podrían tildar más bien de triquiñuelas." Esto que te acabo de leer es un fragmento de una novela que he escrito. Me encanta plasmar en mis novelas las historias de los Entrenadores contra los que he combatido hasta ahora. Por cierto, ¡espero que no te importe que mi próxima novela esté basada en ti!»
Al perder: «¡Guau! ¡Has vuelto a dejarme completamente en blanco! Domino un más que amplio vocabulario, pero no me salen las palabras. Si lo intentara, dudo que pudiera encerrar en ellas todos los sentimientos que ahora me desbordan. Solo puedo decirte esto: ¡eres increíble!»
Tras perder: «Tanto mi equipo Pokémon como el tuyo se han dejado la piel en el combate, soportando las heridas. Debemos darles las gracias.» «Déjame que te explique... Todo aspirante que logre derrotar al Alto Mando podrá acceder a la cámara donde se encuentra el Campeón Pokémon. ¡Eso es! ¡Has obtenido ese honor! Pero recuerda que tú eres quien escribe tu propia historia, así que esfuérzate por crear una que sea inolvidable, por favor.» «A la hora de combatir es esencial mostrar resolución, ¿verdad? De lo contrario, ambos contrincantes sucumbirían por las heridas recibidas. No obstante, si uno ignorase ese dolor inherente, el fin justificaría los medios y olvidaríamos nuestro vínculo con los Pokémon. Por eso quiero escribir un relato sobre esta dualidad de cuerpo y alma.»
Desafío: «Lo que decidirá este combate será quién de los dos absorberá la luz del rival para brillar con más resplandor. ¿Quién será la cara y quién la cruz? Soy Aza, del Alto Mando. Cumpliendo con mis obligaciones, seré tu oponente.»
Al perder: «Mientras haya ganadores, habrá perdedores. Detesto a los que no lo dan todo y no hacen más que quejarse cuando pierden. Un auténtico luchador asume la derrota y hace lo necesario para ganar la próxima vez.»
Tras perder: «Cuando veas que te estás quedando irremediablemente sin energía, probablemente perderás, ya que la victoria no depende de la suerte. La victoria brilla como la luz, y, en este momento, desprendes una luz deslumbrante.» «¡Increíble! Has vencido a todos los miembros del Alto Mando. ¡Pero no todo se acaba ahí! Todavía queda una persona a la que tienes que mostrar esa fuerza que posees... Examina la estatua del atrio y prosigue hasta la última sala.» «Sí, no soy más que un miserable perdedor. Alguien cuya tenue luz se ha apagado. Pero me consuelo pensando que la próxima vez brillaré más. Deberías probar a desafiar al resto del Alto Mando.»
Desafío: «La vida es una batalla en la que uno debe saber cómo usar las cartas que se le han dado. En vez de quejarse por lo que tiene el otro, es más importante tratar de dominar bien lo que uno posee. Bueno, empecemos. El que gane se lo llevará todo. El que pierda lo perderá todo. El combate Pokémon es la prueba irrefutable de que estamos vivos.»
Al perder: «¿Qué Pokémon elegir? ¿Qué movimiento enseñarle? ¿Qué objeto darle? Hay que tener en cuenta esas cuestiones y no dejar nada al azar si quieres vencer. Pero a ti no hace falta que te lo diga. Tú ya has demostrado saberlo.»
Tras perder: «Hay malas formas de ganar, pero también hay buenas formas de perder. Lo realmente seductor de esta dicotomía es que no se puede distinguir tan fácilmente cuál es cuál. De alguna manera, es como cuando se lanza una moneda al aire: tiene su cara y su cruz, pero no se termina de decidir por ninguna de las dos. Es como si nunca dejara de girar.» «¡Increíble! Has derrotado a todos los miembros del Alto Mando. ¡Pero aquí no termina todo! Todavía tienes una persona a la que debes mostrar esa fuerza que posees. Examina la estatua del atrio y prosigue hasta la última sala.» «El perdedor se va con las manos vacías. No creo que eso sea verdad. Todo tiene un sentido. De hecho, la rabia acumulada por una derrota puede actuar como revulsivo. Esa fuerza que posees... ¡Deberías mostrársela al resto del Alto Mando retándoles!»
Desafío: «Lo que decidirá este combate será quien de los dos absorberá la luz del rival para brillar con más resplandor. ¿Quién será la cara y quién la cruz? Soy Aza, del Alto Mando. Cumpliendo con mis obligaciones, seré tu oponente.»
Desafío: «La vida es una batalla en la que uno debe saber cómo usar las cartas que se le han dado. En vez de quejarse por lo que tiene el otro, es más importante tratar de dominar bien lo que uno posee. Bueno, empecemos. El que gane se lo llevará todo. El que pierda lo perderá todo. El combate Pokémon es la prueba irrefutable de que estamos vivos.»
Al perder: «¿Qué Pokémon elegir? ¿Qué movimiento enseñarle? ¿Qué objeto darle? Hay que tener en cuenta esas cuestiones y no dejar nada al azar si quieres vencer. Pero a ti no hace falta que te lo diga. Tú ya has demostrado saberlo.»
Tras perder: «Hay malas formas de ganar, pero también hay buenas formas de perder. Lo realmente seductor de esta dicotomía es que no se puede distinguir tan fácilmente cuál es cuál. De alguna manera, es como cuando se lanza una moneda al aire: tiene su cara y su cruz, pero no se termina de decidir por ninguna de las dos. Es como si nunca dejara de girar.» «¡Increíble! Has derrotado a todos los miembros del Alto Mando. ¡Pero aquí no termina todo! Todavía tienes una persona a la que debes mostrar esa fuerza que posees. Examina la estatua del atrio y prosigue hasta la última sala.» «El perdedor se va con las manos vacías. No creo que eso sea verdad. Todo tiene un sentido. De hecho, la rabia acumulada por una derrota puede actuar como revulsivo. Esa fuerza que posees... ¡Deberías mostrársela al resto del Alto Mando retándoles!»
Desafío: «Vaya, una visita... Me llamo Lotto. Soy el discípulo más aventajado de mi maestro, Mirto. Para llegar a dominar el noble arte de la lucha, me he entrenado sin cesar. Tú también caminas por la misma senda con la compañía de tu equipo Pokémon. ¡¡Quiero comprobar hasta dónde llega esa fuerza que posees!!» «Tu cara me suena... ¿No nos hemos visto en el Monte Tuerca? Ya veo. La fuerza que atesoras ahora es muy superior a la de entonces. Déjame que me presente. Me llamo Lotto. Soy el discípulo más aventajado de mi maestro, Mirto. ¡¡Y quiero comprobar hasta dónde llega esa fuerza que posees!!»
Al perder: «Realmente no existe un único Pokémon ni una sola combinación más fuerte. Es por eso por lo que resulta complicado seguir encadenando victorias. Pero sé reconocer un espíritu que anhela superarse y ganar en fortaleza. Para mí eso es algo noble y loable. Y por eso me inclino ante ti, que posees ese fuego.»
Tras perder: «¡No me esperaba menos de ti! El resto de los miembros del Alto Mando son mucho, mucho más fuertes. ¡Así que no bajes la guardia!» «Ahora dirígete a la sala donde se halla el Entrenador más fuerte de la Liga Pokémon. Para ello, deberás volver al atrio y acercarte a la estatua que allí se encuentra.» «Qué aspirante tan fuerte... ¡Sigue caminando la senda elegida con los Pokémon que hayas elegido! El resto de los miembros del Alto Mando son mucho, mucho más fuertes. ¡Así que no bajes la guardia!»
Desafío: «¡Me alegro de poder combatir de nuevo! Yo creo en la fuerza del combate. El cuerpo se quebranta, pero los propósitos perduran. ¡Y mi propósito es la victoria absoluta! Vamos allá, ¡adelante!»
Al perder: «Realmente no existe un único Pokémon ni una sola combinación más fuerte. Es por eso por lo que resulta complicado seguir encadenando victorias. Pero sé reconocer un espíritu que anhela superarse y ganar en fortaleza. Para mí eso es algo noble y loable. Y por eso me inclino ante ti, que posees ese fuego.»
Tras perder: «Todavía hay Entrenadores fuertes en esta Liga Pokémon. Si luchas contra ellos, lograrás fortalecer los vínculos con tu equipo Pokémon.» «La fuerza que posees me ha impresionado profundamente. Ahora prosigue hasta la siguiente sala ¡y prepárate para enfrentarte al Entrenador más fuerte de Teselia!» «En mi juventud erré por el mundo de punta a punta, entregado a la labor de superar a mi maestro. Dos años ha, la desdicha se cebó conmigo. Pero mis Pokémon estuvieron siempre a mi lado. Pese a estar intensamente concentrado, es curioso que me viniera eso a la cabeza en el fragor de la batalla. Desde luego, pocos Entrenadores Pokémon son tan peculiares como tú.»
Desafío: «¡Me alegro de poder combatir de nuevo! Yo creo en la fuerza del combate. El cuerpo se quebranta, pero los propósitos perduran. ¡Y mi propósito es la victoria absoluta! Vamos allá, ¡adelante!»
Al perder: «Realmente no existe un único Pokémon ni una sola combinación más fuerte. Es por eso por lo que resulta complicado seguir encadenando victorias. Pero sé reconocer un espíritu que anhela superarse y ganar en fortaleza. Para mí eso es algo noble y loable. Y por eso me inclino ante ti, que posees ese fuego.»
Tras perder: «Todavía hay Entrenadores fuertes en esta Liga Pokémon. Si luchas contra ellos, lograrás fortalecer los vínculos con tu equipo Pokémon.» «La fuerza que posees me ha impresionado profundamente. Ahora prosigue hasta la siguiente sala ¡y prepárate para enfrentarte al Entrenador más fuerte de Teselia!» «En mi juventud erré por el mundo de punta a punta, entregado a la labor de superar a mi maestro. Dos años ha, la desdicha se cebó conmigo. Pero mis Pokémon estuvieron siempre a mi lado. Pese a estar intensamente concentrado, es curioso que me viniera eso a la cabeza en el fragor de la batalla. Desde luego, pocos Entrenadores Pokémon son tan peculiares como tú.»
Desafío: «La flor extendió sus pétalos para revelar la persona que yacía en su interior: yo. Y aquí estás tú, aspirante. Pareces entrenar a tu equipo Pokémon con una fuerza y amabilidad increíbles. Lo que yo, Catleya, busco en mi oponente es una fuerza suprema, sin parangón. ¡No me defraudes, eh!»
Al perder: «Sin duda, combates con elegancia y excelencia. Y también tu equipo Pokémon hace gala de una gran clase. Me alegra haber combatido contigo y pulido mi técnica. Te estoy muy agradecida.»
Tras perder: «Todavía hay algún miembro del Alto Mando con el que no has tenido audiencia, ¿no? No te preocupes por mí y sigue adelante.» «Parece que has derrotado a todos los miembros del Alto Mando. Si te aproximas a la estatua del atrio y la examinas, podrás acceder a la sala en la que se halla el Campeón.» «El resultado del combate es importante, pero aún lo es más superarme a mí misma. Si no logro mejorar respecto a mi antiguo yo, no lograré acercarme a mis ideales. Mi objetivo es ganar de forma todavía más elegante. Cuando quieras, volveré a concederte audiencia, ¿de acuerdo?»
Desafío: «La flor extendió sus pétalos para revelar la persona que yacía en su interior: yo. Y tú eres quien estaba esperándome. Pareces entrenar a tu equipo Pokémon haciendo gala de aún más vigor y una amabilidad todavía más refinada. Lo que yo, Catleya, busco en mi oponente es una fuerza suprema, sin parangón. Muéstrame toda la fuerza que atesoras sin ningún tipo de reservas.»
Al perder: «No has perdido tu elegancia... ¡De hecho has ganado en ella! Eres excelente. Tienes clase y distinción, desde luego. Y también tu equipo Pokémon ha hecho gala de un saber hacer exquisito. Me alegra haber combatido contigo, pues esto me ha servido para fortalecerme. Te estoy profundamente agradecida y espero con impaciencia nuestro próximo encuentro.»
Tras perder: «A pesar de ser ducha en un arte transmitido en mi familia a lo largo de innumerables generaciones, no he sido capaz de ganarte. Todo este tiempo he estado anhelando tener una audiencia con alguien que entrene Pokémon como tú lo haces...» «Has derrotado a todos los miembros del Alto Mando, ¿verdad? En ese caso, y como has demostrado merecértelo, debes dirigirte a la sala en la que nuestro Campeón te aguarda. ¡Pero piénsatelo bien! No tiene sentido ir simplemente por ir. Si osas retarle..., ¡tienes que ir a por todas!» «Cuando nos enfrentamos en una contienda, no puedo evitar esbozar una sonrisa. ¿Por qué? Porque he logrado refinar mi técnica. Y, además, contra alguien que posee una destreza espléndida entrenando Pokémon. Mi objetivo es ganar de forma todavía más elegante. Cuando quieras, volveré a concederte audiencia, ¿de acuerdo?»
Desafío: «La flor extendió sus pétalos para revelar la persona que yacía en su interior: yo. Y tú eres quien estaba esperándome. Pareces entrenar a tu equipo Pokémon haciendo gala de aún más vigor y una amabilidad todavía más refinada. Lo que yo, Catleya, busco en mi oponente es una fuerza suprema, sin parangón. Muéstrame toda la fuerza que atesoras sin ningún tipo de reservas.»
Al perder: «No has perdido tu elegancia... ¡De hecho has ganado en ella! Eres excelente. Tienes clase y distinción, desde luego. Y también tu equipo Pokémon ha hecho gala de un saber hacer exquisito. Me alegra haber combatido contigo, pues esto me ha servido para fortalecerme. Te estoy profundamente agradecida y espero con impaciencia nuestro próximo encuentro.»
Tras perder: «A pesar de ser ducha en un arte transmitido en mi familia a lo largo de innumerables generaciones, no he sido capaz de ganarte. Todo este tiempo he estado anhelando tener una audiencia con alguien que entrene Pokémon como tú lo haces...» «Has derrotado a todos los miembros del Alto Mando, ¿verdad? En ese caso, y como has demostrado merecértelo, debes dirigirte a la sala en la que nuestro Campeón te aguarda. ¡Pero piénsatelo bien! No tiene sentido ir simplemente por ir. Si osas retarle..., ¡tienes que ir a por todas!» «Cuando nos enfrentamos en una contienda, no puedo evitar esbozar una sonrisa. ¿Por qué? Porque he logrado refinar mi técnica. Y, además, contra alguien que posee una destreza espléndida entrenando Pokémon. Mi objetivo es ganar de forma todavía más elegante. Cuando quieras, volveré a concederte audiencia, ¿de acuerdo?»
La primera vez no se tendrá un combate contra el campeón Mirto, ya que N te llevará a su palacio, para enfrentarte contra él. Una vez superado el juego, ya se podrá hacer frente a Mirto.
El Palacio de N interfiriendo en el primer combate
Desafío: «Te estoy muy agradecido por lo de N. ¡Quién sabe en qué estará pensando él ahora! Seguramente se habrá dado cuenta de que tanto humanos como Pokémon debemos seguir nuestro propio camino. Y ahora, si no te importa, me gustaría combatir contra la persona que se ha ganado por mérito propio un lugar en la cumbre de los Entrenadores de la región de Teselia.» «Bien, estoy deseando comprobar si realmente eres tan fuerte como pareces. ¡En guardia! ¡Que comience el combate!»
Al perder: «Al término del combate, siento como si una suave brisa acariciara mi ser. ¡Seguiremos combatiendo, alcanzando cada vez nuevas cotas!»
Tras perder: «¡Admirable! ¡Realmente no hay quien te iguale! Venga, ¡sígueme!»
Desafío: «A mí me chifla eso de ir a por todas al combatir contra Entrenadores fuertes. ¡Si es que está claro! Los Entrenadores llegan aquí porque ansían la victoria con toda su alma. Y les acompañan Pokémon con los que han librado numerosas batallas encarnizadas. Si combato contra esa clase de rivales, aumentará no solo mi fuerza, sino también la de mis Pokémon. ¡Y podremos llegar a comprendernos mejor mutuamente! ¡Venga, vamos allá! Yo, Iris, como Campeona de la Liga Pokémon que soy, ¡te voy a ganar!»
Al perder: «Uaaah... Lo hemos dado todo, ¡y nos han ganado!»
Tras perder: «¡Qué rabia me da no haber ganado! Pero ¿sabes qué?, ¿sabes qué? ¡No hay mal que por bien no venga! Al haber disputado un combate en toda regla, tanto tú y tu equipo Pokémon como nosotros... ¡nos conocemos ahora mejor que antes! ¡Vaya que sí! Pues, venga, ¡en marcha!» «Venga, ¿a qué esperas? Yo te sigo.» «¡Oyeee! Pero ¿adónde vas por ahí?»
Desafío: «Los Entrenadores llegan hasta aquí por ansiar la victoria con toda su alma. Y les acompañan Pokémon con los que han librado numerosas batallas encarnizadas. Si combato contra esa clase de rivales, aumentará no solo mi fuerza, sino también la de mis Pokémon. ¡Y podremos llegar a comprendernos mejor mutuamente! ¡Venga, vamos allá! Yo, Iris, como Campeona de la Liga Pokémon que soy, ¡te voy a ganar!»
Al perder: «Uaaah... Lo hemos dado todo, ¡y nos han ganado!»
Tras perder: «¡Qué rabia me da no haber ganado! Pero ¿sabes qué?, ¿sabes qué? ¡No hay mal que por bien no venga! Al haber disputado un combate en toda regla, tanto tú y tu equipo Pokémon como nosotros... ¡nos conocemos ahora mejor que antes! ¡Vaya que sí! Pues, venga, ¡en marcha!» «Venga, ¿a qué esperas? Yo te sigo.» «¡Oyeee! Pero ¿adónde vas por ahí?»
Desafío: «Los Entrenadores llegan hasta aquí por ansiar la victoria con toda su alma. Y les acompañan Pokémon con los que han librado numerosas batallas encarnizadas. Si combato contra esa clase de rivales, aumentará no solo mi fuerza, sino también la de mis Pokémon. ¡Y podremos llegar a comprendernos mejor mutuamente! ¡Venga, vamos allá! Yo, Iris, como Campeona de la Liga Pokémon que soy, ¡te voy a ganar!»
Al perder: «Uaaah... Lo hemos dado todo, ¡y nos han ganado!»
Tras perder: «¡Qué rabia me da no haber ganado! Pero ¿sabes qué?, ¿sabes qué? ¡No hay mal que por bien no venga! Al haber disputado un combate en toda regla, tanto tú y tu equipo Pokémon como nosotros... ¡nos conocemos ahora mejor que antes! ¡Vaya que sí! Pues, venga, ¡en marcha!» «Venga, ¿a qué esperas? Yo te sigo.» «¡Oyeee! Pero ¿adónde vas por ahí?»
En Pokémon Negro y Pokémon Blanco no podrás retar al campeón hasta la segunda vez que entres a la liga, donde el alto mando ya es más fuerte, debido a que la primera vez que entras, el Equipo Plasma interviene y ahí es cuando debes capturar a Reshiram o a Zekrom, según la versión que estés jugando.
Esta es la primera liga en la que puedes elegir el orden que quieras para enfrentar al alto mando.
Todos los equipos del Alto Mando/Élite 4 tienen el mismo patrón de niveles e igual cantidad de Pokémon.
Todos los miembros del Alto Mando en la revancha tienen un Pokémon de Hoenn y otro de Sinnoh, a excepción de Anís que tiene un Froslass y Drifblim, que son dos Pokémon de Sinnoh.
En esta liga, cada miembro es fuerte frente, al menos, uno de sus compañeros: tipo lucha es fuerte frente al tipo siniestro; siniestro frente al tipo fantasma (además ante el tipo psíquico); fantasma frente al tipo psíquico y psíquico frente al tipo lucha.
Es la primera vez que los miembros del Alto Mando tienen solo 4 Pokémon en su equipo (en el primer enfrentamiento) y 6 del segundo en adelante, ya que en las anteriores generaciones los miembros tenían 5 Pokémon en el equipo a excepción del Campeón que siempre tiene 6 (equipo completo).
Es la primera Liga Pokémon donde no se entrega una Cinta por vencer al Campeón.
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